Por Pablo Solón

Este libro se empezó a escribir en 1987. Todo comenzó cuando con mi padre decidimos hacer un álbum de reproducciones de diferentes grabados que se llamó «Con un nudo en la esperanza«.

Para seleccionar las obras de este álbum, y escribir la presentación del mismo, me puse a revisar una serie de documentos y artículos sobre su obra y le grabé un par de entrevistas. Nuestra conversación cubrió los primeros años de su vida, desde Uyuni hasta su viaje a Chile. Muchas de las historias ya las había escuchado durante el almuerzo, pero otras me eran totalmente novedosas. Transcribí sus palabras a máquina y las edité usando un estilo de frases cortas escritas en primera persona, luego se las pasé para su revisión. A él le gustó mucho el texto simple y directo. Hizo algunas correcciones y aquellos relatos quedaron guardados por muchos años.

Con el correr del tiempo, mi padre se grabó contando otros relatos. A mediados de la década de los noventa, nuestro amigo y autor de varios libros, Mark Cramer, lo entrevistó durante casi diez días cubriendo varios pasajes de su vida y dejando once casetes. Todo ese material quedó archivado y sólo se publicaron textos muy breves.

Uno de los últimos casetes que se grabó mi padre fue cuando el Archivo y Biblioteca Nacional de Sucre le pidió una grabación con su biografía y su paso por el sistema educativo de Bolivia.

En total para escribir este libro conté con diecinueve casetes además de centenares de textos y artículos impresos sobre su vida, su obra, sus viajes, sus discursos y una serie de otros documentos. Mi padre era una persona que guardaba casi todo: cuadernos de notas, cartas, entradas a los museos, catálogos de las exposiciones a las que asistía, pasajes de tren y avión, versos que fue escribiendo a mano, partituras de las canciones que le gustaban, y por supuesto, miles de dibujos y bocetos que realizó en varios tipos de soporte, desde el borde de un papel periódico hasta una servilleta.

Este libro pudo ser una autobiografía, pero no lo es, porque mi padre no tuvo la oportunidad de seleccionar, revisar y corregir este texto. La decisión de lo que entró en esta biografía fue mía.

En todo lo que me ha sido posible, he tratado de verificar los años, lugares, personas y hechos a los que hacía referencia mi padre. Debo decir que él tenía una memoria destacable para los nombres, lugares y situaciones, pero no así para las fechas.

A pesar de ser una biografía he mantenido el relato en primera persona y el estilo directo de las primeras entrevistas que trabajamos con él en la década de los ochenta. Estoy seguro que a él le hubiera gustado mucho dirigirse directamente al lector.

La base de este libro son las transcripciones de las diversas entrevistas realizadas a mi padre. Para articular y enriquecer la información, incorporé en la narración fragmentos de escritos y testimonios del propio Solón y de otros. Con la finalidad de diferenciar y especificar los autores de estos textos, incluyo sus nombres entre corchetes al inicio de las citas.

Mi padre era un ser en extremo multifacético. En esta biografía he destacado su dimensión humana y como artista plástico, mostrando apenas destellos de sus facetas de violinista, poeta y educador.

Debo señalar que mucho material se quedó en el tintero porque había que balancear los diferentes capítulos de su vida y algunos pasajes de su historia tenían más artículos, entrevistas y grabaciones que otros. Seguramente aquellos que lo conocieron dirán, con justa razón, que me olvidé incluir tal o cual anécdota o situación.

Al concluir esta biografía estoy convencido que en algunos años será necesaria una segunda edición ampliada de la misma. Varios pasajes de su vida pueden y deben ser profundizados. Así mismo, no tengo dudas que hay suficiente material para tres libros más: uno con los poemas inéditos de Solón, otro que reúna su correspondencia —en particular la que realizó en sus viajes— y un tercero, sobre sus escritos y discursos vinculados al arte y la enseñanza del arte.