Por Pablo Solón

En 2023 se conmemoran cien años del nacimiento de Solón. “El arte es paciencia” solía decir Solón mientras rehacía por enésima vez el boceto de uno de los 24 murales que pintó en Sucre, La Paz y Santiago de Chile. Solón creía más en el esfuerzo, la disciplina, el estudio y la imaginación que en los dones genéticos. Para él, todos los niños son grandes artistas en potencia. Lo fundamental es que la familia y el sistema educativo los impulse a volar y no los encasille.  Después…, todo depende de la perseverancia de la voluntad de aprender y dibujar.

Para Solón la inspiración nace de la investigación. Cada mural lo llevó a leer decenas de libros y a examinar centenares de fotos para ensayar un sinnúmero de bosquejos. En Solón, cada imagen tiene un significado y una historia.

Él no era partidario del arte meramente decorativo, para él la función del arte era principalmente social y comunicacional. De todas las disciplinas plásticas, él se inclinaba más por la pintura mural y el grabado precisamente por las posibilidades de concientización social que ofrecen. Según Solón “el muralismo, el más antiguo en la expresión del hombre, siempre buscó dialogar y conversar reteniendo pasajes históricos, relatando fábulas y leyendas, reviviendo hechos y fantasías para cuestionar y confrontar nuestros pensamientos y nuestros sentidos”.

Para Solón, el contenido y el dominio del oficio son inseparables. “El muralismo -decía Solón- no es echar un balde de pintura sobre un muro blanco. Aun en sus expresiones mas abstractas, el muralismo es un oficio que exige un estudio y un manejo metódico de las diferentes técnicas, procesos y materiales que emplea”. El admiraba profundamente a los artesanos de Bolivia, a los cortadores de papel de la China, a los picadores de piedra de la India. Solón soñaba conque los estudiantes de artes plásticas aprendieran más de los artesanos y quería que los artesanos desarrollaran más sus posibilidades creativas y transformadoras.

Solón fue un maestro porque nunca dejó de ser un abnegado estudiante. Este es uno de los secretos de su vasta obra sobre la que iremos reflexionando en su centenario.