Walter Solón Romero, El Diario 21 de junio 1952
Como profesor de la Escuela Nacional de Maestros de la ciudad de Sucre, en uso de las vacaciones de invierno, visita nuevamente La Paz el pintor chuquisaqueño Walter Solón Romero, uno de los grandes muralistas con que cuenta el país en sus nuevas promociones de artistas plásticos.
El Mural y la Revolución Nacional
Frente al anuncio de una campaña artística de extensión espiritual de la Revolución del 9 de abril, promovida por el Ministerio de Educación, mediante equipos de pintores muralistas, Solon Romero, demostrando una sensibilidad boliviana acorde al momento histórico de la nación y del mundo, reacciona inmediatamente cuando el cronista de EL DIARIO provoca su opinión en charla cordial que discurre amplia en rueda de amigos.

Personalmente considero -responde con viveza a la primera interrogación- que si el Departamento de Cultura del Ministerio de Educación hace efectivo este movimiento de pintura mural con intervención de pintores nacionales jóvenes, las autoridades de Gobierno habrán contribuido al desarrollo del arte y de la cultura. Ya que una campaña de arte colectivo tiene un extenso alcance social. Será un gran paso para la Pintura Boliviana, puesto que hasta ahora se ha desarrollado en un ambiente precario y restringido. Solo de esta manera los plásticos tendrán oportunidad de expresarse y estar protegidos por una labor fecunda en una campaña de trabajo que les permita crear y vivir.
Los artistas con el pueblo
A una segunda pregunta sobre el porvenir de la pintura mural en Bolivia, el artista explaya su pensamiento:
La pintura mural es la que más se acomoda a nuestro medio, más aun a la América. Así lo comprendieron los mejicanos que son los más grandes exponentes en pintura de este género. Dibujando la palabra, el pensamiento libremente expuesto, es como se llegara al pueblo.
El beneficio de esta campaña– refiere Solón Romero a la planeada por el Ministerio de Educación- será doble: para el creador y para el público. Oportunidad de trabajo para el primero. Apreciación y comprensión del medio para el segundo. La concepción no resultara fruto del placer de crear sino de la urgente penetración en la comunidad humana, puesto que el arte es un reducto humano. No aislado de lo social y que lo social está condicionado al momento histórico político y económico de los pueblos.
Mensaje de eternidad
El arte -sigue respondiéndonos- en su impulso de eternidad no puede vivir ajeno a la vida, seria limitar su esencia y empobrecer sus posibilidades. De ahí que el argumento es inevitable –aunque se pretenda arguir que lo social reviste cierto dramatismo hábilmente explotado por los muralistas- para el arte plástico nada más imperioso que esta realidad, puesto que es la única verdadera que sin afán de beligerancia y solo con sinceridad exterioriza el pintor para lo cual es imprescindible el factor humano en la significación de la idea. Por otra parte es necesario suponer el proceso inicial de nuestra pintura, imprimiendo un rumbo legítimo y responsable, porque no podemos negar que la labor de los pintores está en función del tiempo y el espacio. Y naturalmente la campaña se la conseguirá trabajando y cuando los muros sean portadores de un mensaje al futuro, podremos decir que existe un movimiento de pintura mural.
Indudablemente es peligrosa la misión del artista frente a los problemas del mundo actual, pero no se debe olvidar todo que muy por encima está el arte. Frente a la posible realidad de la campaña muralista, conviene hacer notar, que si bien es grande el entusiasmo para enfrentar el problema muralista, no debemos caer en el mismo error que una nación del Norte: improvisar pintores muralistas. El arte del mural es el más complejo de todos porque requiere conocimientos técnicos especiales además de los de composición, dibujo, color, sentido de monumentalidad, etc. En resumen, el futuro de Bolivia está en la pintura mural y el futuro de un arte, sólido, amplio y seguro estará en la campaña a iniciarse por el Ministerio de Educación.
Realidad nueva, valores jóvenes
Finalmente Solón Romero revela al periodista sus impresiones de La Paz, en esta última visita suya:
Es interesante observar como un cambio político -señala con suma franqueza- nos muestra una nueva realidad en la plástica; valores jóvenes desconocidos o mantenidos deliberadamente en silencio se incorporan promoviendo un verdadero reajuste entre los creadores d de arte. Nada podemos hablar de las causas, lo importante es que, si no se vuelve a lo mismo, se ha de justipreciar el talento y la capacidad.
He encontrado en La Paz gran entusiasmo de trabajo y considero casi ya formados los equipos con valores jóvenes que realizaran la campaña de pintura sobre muro. Creo que en esta tarea trascendental estarán Miguel Alandia Pantoja y su hermano Oscar, Jorge Carrasco Nuñez del Prado, Armando Pacheco Pereira con los que ya puede asegurarse la mano de obra y el éxito.
La averiguación de la obra del muralista chuquisaqueño, por otra parte, nos brinda estas novedades: estudios viajes en Bolivia, Chile y el Perú. Su primer mural “Bolivia” realizado en el Palacio de Bellas Artes de la capital chilena obtiene un premio en 1948; luego en Sucre efectúa tres murales en la Universidad de San Francisco Xavier, empleando la técnica del fresco.
Actualmente tiene en proyecto el desarrollo del tema “La Educación y el Hombre” para los muros de la Escuela Nacional de Maestros, que dentro de la campaña de la revolución espiritual confía llevar al muro.
De él dice Alfredo Goldschmidt, notable critico alemán de arte que vive en Chile: “Solón Romero encuentra su expresión más auténtica y conforme con su mentalidad artística en el monumentalismo mural en que, a pesar de la natural adhesión a ejemplos, se advierte una fuerza muy vigorosamente propia de raíces telúricas e indígenas de honda vibración psicológica, anímica y dramática que indican imperiosamente su camino interno hacia su futuro artístico. Sus proyectos murales, señalan una excepcional seriedad de idea plástica y concepto mural, en su ritmo dramático muy particular y la composición lineal homogénea en su complicada factura, hondamente concebida”.
Solón Romero nos ofrece estos días un conjunto de dibujos y grabados en el Salón de Arte de la Municipalidad, suficiente para ratificar su prestigio probado en otras exposiciones entre nosotros.